El Gran Pez abusa del poder y los comisarios contentos con servirlo

El Intendente Sestopal llama a la Policía y ésta libera a detenidos

El abuso de poder parece para el Intendente Marcos Sestopal una constante de su conducta. Las palabras de Vice Mendieta son en este caso reveladoras. La Policía, ¿responde a la Ley o al Poder Político?


Detenciones arbitrarias
El sábado 18 de julio es detenido por la Policía de La Falda el joven Juan Barrionuevo, quien conducía de manera peligrosa su automóvil. El sub Comisario Juan Castro, a cargo de la Comisaría local, le impone correctamente cinco días de arresto por contravención. El problema fue que la misma pena se la impuso a los dos acompañantes, que de hecho no conducían. Por la noche se hace presente, en carácter de abogado de la familia de Barrionuevo, el Doctor Luís Kesler, concejal radical por la oposición, solicitando algo previsto en el Código contravencional: que lo liberaran esa noche para poder concurrir a su trabajo y que le hicieran cumplir el arresto en días no laborables para el detenido, a fin de no perder parte del sustento. Kesler argumentó ante la sumariante que lo atendió que se contemplara el hecho de que la prueba de alcoholemia había dado negativa, y que su trabajo era el sustento económico de su familia. En el mismo acto, Kesler, que en ningún momento hizo alusión a su cargo de concejal, también gestionó por los dos acompañantes detenidos, argumentando que no había razón para que permanecieran allí. Luego de una comunicación telefónica con el sub comisario Castro, la sumariante dijo que no podían acceder a ninguno de los dos pedidos. Ante la insistencia del abogado acerca de la sin razón de la detención de los acompañantes, la sumariante dijo que el sub comisario los dejaba detenidos porque consideraba que no le habían dicho al conductor que aminorara la velocidad.
Así, con las manos vacías, el abogado Kesler se retiró de la Comisaría, pensando en presentar el lunes, de persistir la situación, sendos habeas corpus al considerar ilegales las detenciones de los acompañantes, que no se fundaron en ninguna ley ni código de aplicación.

“Lo llamó Sestopal y los largaron”
Pareciera hasta aquí un caso de cierta gravedad pero sólo limitado a dos detenciones ilegales por parte de una fuerza policial a veces desbordada por las circunstancias, con personal insuficiente y escasa preparación legal, bastante inclinada a mostrar su fuerza y prepotencia antes que sus razones como brazo armado de la Ley. Pero al día siguiente grande fue la sorpresa de Kesler cuando la madre del conductor detenido lo llamó para agradecerle su esfuerzo y para comentarle que, gracias a la gestión del Intendente Marcos Sestopal, que llamó por teléfono al sub comisario, todos habían quedado en libertad. Así, lo que no pudo lograr un abogado en ejercicio de su profesión y con los argumentos legales del caso, lo logró el Intendente tras una llamadita que dejó sin argumento a los bravos policías de la ciudad.
La Policía, ¿responde a la Ley o al Poder Político?

“Sí, me llamó el Intendente”
Cuatro días más tarde, el miércoles 22, asisten al Concejo Deliberante el sub comisario Castro acompañado por el comisario Albino Páez, Jefe de Zona, convocados por la inseguridad y el aumento de casos delictivos en Villa Edén, denunciado a su vez por los vecinos del barrio. Cuando el tema quedó agotado, el concejal Kesler toma la palabra y explica los acontecimientos que acabamos de detallar. Sobre el final dijo lo siguiente: “Aquí se evidencia por parte del Intendente un abuso de autoridad, puesto que no tiene ninguna facultad legal para realizar gestiones por un detenido. Esto es una clara injerencia en el funcionamiento de la Justicia”.
La concejal Susana Tuzzio, siempre dispuesta a defender lo indefendible sin preocuparse por conocer la verdad de los hechos, arremetió: “Y vos cómo sabés que fue así”.
Kesler: “Me llamó la madre y me contó”. Y antes que la Tuzzio pudiera abrir otra vez su boca, la verdad vino revelada por el propio sub comisario Castro: “Sí, es cierto, me llamó el Intendente y me pidió que los soltara. Y ya me habían llamado las madres, y el tema me tenía cansado. Así que dispuse la libertad de los detenidos”.
Quienes comprendieron el alcance de la revelación de Castro no salían de su asombro. Quedaba claro, en el seno mismo del Concejo Deliberante, la injerencia del Poder Político en la Policía. Y no fue sólo eso. Con gran cordialidad y a modo de disculpas con Kesler, el Comisario Jefe de Zona le dijo, entregando su tarjeta personal con el celular suyo impreso: “La próxima vez tiene que llamarme a mí. Y por favor entregue mi número a los otros concejales”. Así, la posibilidad de abusar del poder que bien ejerce el Gran Pez Sestopal, fue extendida automáticamente a todo el cuerpo de concejales.
En contacto con este cronista, Kesler aseguró que ese número quedó en el Concejo Deliberante, para que cualquiera lo pueda usar. “Si podemos nosotros, puede llamarlo cualquier vecino”, argumentó.
Fiel a su estilo y cerrando el círculo de locura republicana que se evidencia tras un simple arresto por conducción peligrosa, en la sesión del Concejo Deliberante, al día siguiente de la presencia de los comisarios, el vice intendente “Pancho” Mendieta, tras recordarse que el sub comisario Castro había reconocido la llamada de Sestopal, comentó para todos los presentes: “Pero éste es un tarado. Cómo va a reconocer que lo llamaron ¡Lo tendría que haber negado!”.
Seguramente, después del caso, estos policías habrán entendido que no sólo hay que obedecer al Poder Político más allá de la Ley o aún en contra de ésta, sino también a mantener silencio cómplice. Todo un aprendizaje.