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Mientras tanto no mientan tanto

miércoles, 23 de enero de 2013

Que se vayan todos Italian style

Beppe Grillo y el Tsunami Road 

En estas elecciones italianas, además y por primera vez en la historia, chocan de frente el Rey del Web contra il Cavaliere, Rey de la TV. La última semana de febrero cuando se abran las urnas sabremos más acerca del fenómeno llamado internet y de cómo desde el mundo virtual se está cambiando a la sociedad real.






Me preguntan cuál es nuestro programa. Quieren saber si soy el líder de un nuevo Partido político. Están todos locos. A todos les digo una cosa, vocifera con arte histriónico el maestro de las tablas desde un pequeño palco bajo un gazebo en medio de la plaza llena del meeting político.
Yo no soy candidato a nada, lo nuestro es un movimiento civil, de gente normal, no somos un Partido. Y nuestro único programa es que todos ustedes se vayan a casa! Y la plaza estalla. Tutti a casa! grita y la gente responde: Tutti a casa!
Revientan los aplausos y las personas en la plaza de cada ciudad por la que pasa el tsunami se siente liberada, sonríen después de tanto en público, se abrazan, se conmueven; están felices de estar ahí gritando a la entera clase política tutti a casa.

Beppe Grillo expresa la rabbia italiana del momento como ninguno. Y desde el palco "hace el amor con el público", como bien definió un periodista en la radio. Lo que Grillo y millones de italianos quieren cada vez con más fuerza que se vayan a casa son la casi totalidad de la clase política que gestionó las últimas dos décadas de la Segunda República, que sobrevino inmediatamente después del superproceso judicial de Mani Pulite, de la fuga del lider socialista Bettino Craxi y el ocaso político del democristiano Giulio Andreotti por la corrupción en el manejo ilegal de los dineros públicos, las ingentes tangenti y los vínculos entre Estado y Mafia que le costaron la vida entre otros a los jueces Paolo Borselino y Giovanni Falcone.

La segunda República fue estigmatizada por la discesa in campo del Cavalieri Silvo Berlusconi, otro huracán, máximo exponente del gobierno ejercido desde los escenarios de la televisión donde a partir de los años 90 se volvió pornográfica la relación entre el poder político y el poder económico.
Esta Segunda es una República atravesada por una crisis económica que está llevando a la pobreza a millones de italianos y que aún hoy se resiste a dar paso a algo nuevo, superador.

En realidad viene a ser como una especie de segundo nacimiento de la misma Segunda República. En el primer parto inducido por la Justicia con su Mani Pulite muchos italianos se fidaron de Silvio el Grande y sus poderes mágicos y sanadores. Dos décadas más tarde estamos donde estamos.
Sucede que aquél fue un parto traumático en medio de la caída de un sistema de partidos que había gobernado desde el dopo guerra. Pero Berlusconi (el neonato), nació con una carga genética explosiva en su sangre. Aquellos episodios vistos ahora a la distancia dan la clara sensación que los políticos cambiaron figuras y hasta los nombres de los Partidos y sus símbolos para no cambiar nada, o mejor dicho para contener la avalancha social y cambiar lo menos posible (cómo nos suena esta musiquita a los argentinos ¿verdad?).

Titanes en el ring
Justo ahora en este presente amargo un Cavaliere acorralado por los grillinos que se multiplican como hongos hace lo imposible para no perder votos.
Saca cuentas entre lo que ganaría al retirar de la lista a un impresentabile para recuperar un poco la estima de sus ex electores y compara suma y resta con lo que perderá por los aparatos políticos capilares y sus miles de votos que se llevarán tras de si los diferentes representantes legislativos de la mafia, camorra, ‘ndrangheta, clan casalesi y otras firmas en diversas regiones del país dejados de lado por Silvio en estos duros tiempos que corren.

Al final Berlusconi hace con sus compañeros de ruta igual que hacen los bancos, que te sacan el paraguas prestado cuando viene la lluvia, cuando asoma el tsunami.

Durante estos días de fuego el Rey de la tv en declino dicidió que algunos de sus históricos legisladores no participarán en las nuevas listas para la Cámara y el Senado que se presentan a las elecciones del 25 de febrero. Sucede que gracias a la espantosa ley electoral vigente que él mismo impuso años atrás, el jefe político decide la totalidad de las personas que integran las listas, sin mayores discusiones y sin posibilidad de interna partidaria. Tampoco hubo discusiones internas durante sus mandatos. El Senado y la Cámara mayorías automáticas leales y expeditivas escribanías que dieron legalidad a sus deseos con obsenas leyes ad personan. Un verdadero unicato, un Partido Político Personal hecho y derecho. El sueño del pibe peronista.

Pero con estas exclusiones inducidas por la presión de la opinión pública el PDL, su criatura política más preciada, estalló en mil pedazos. Decenas de senadores y diputados que lo acompañan desde siempre y que gozaron la protección que les otorga los fueros parlamentarios deberán ahora presentarse ante decenas de jueces y fiscales que los esperan fregándose las manos en sus despachos. 

La cosa está peluda diría mi abuelita.

Hay varios ya condenados en primer y segundo grado. Y varios que evitaron el arresto porque la mayoría berlusconiana en el Senado y la Cámara le negó sistemáticamente a los jueces los pedidos de desafueros.
Como puede verse, una entera banda acompañó a Berlusconi durante su aventura política. Y en la cabeza de estos, los casos más comprometedores son de quienes están acusados desde hace casi veinte años por realizar a nombre de Silvio acuerdos varios con la mafia, justamente aquella derivada de la que estaba enrroscada al cuello Craxi y Andreotti en la Primera República.
Estos exponentes acaban de quedar fuera de las listas y como era de preverse al mojarles las orejas a estos nenes, el PDL implosionó. Uno de ellos, Nicola Cosentino conocido como Nick ‘o mericano, advirtió en conferencia de prensa a Berlusconi y a quienes quedan a su lado: io vi rovino. Los arruinaré prometió !a Berlusconi! Pesos pesados los muchachos.

Choque estelar
Así que entre los despechos dei capi de una parte y los grillinos llenado las plazas públicas de la otra Berlusconi se encamina al matadero.

El plus emotivo de esta batalla política de fin de ciclo ya de por sí atractiva, coinvolgente, es que el mazazo que está por recibir Berlusconi, el Rey de la TV, está por venir del brazo de Grillo, el Rey del Web.
Su blog http://www.beppegrillo.it/en/ es el más leído de Italia y uno de los cinco más visitado del mundo. Es el primer choque planetario directo, políticamente representado por dos estrellas máximas del espectáculo, entre el web y la televisión en disputa por el poder democrático.
Tan clara es su consigna que Grillo prohibió mediante reglamento interno a los adherentes al movimiento 5 Stelle de asistir a los talk shows de la TV. Llegó a expulsar a un popular legislador electo pocos meses atrás después que fue a unos de los salones artificiales de la tv. Así que el único que no se sienta en los cómodos sillones de los escenarios televisivos prefabricados por el propio poder político gobernante es Beppe Grillo.
 Así de abierto es el combate.

“Están comenzando a comprender que la cuenta regresiva ha iniciado para ellos. Están comenzando a comprender que los estamos mandando a todos a casa. Y esto es sólo el inicio”. Balas recargadas disparadas desde el blog que bajó a la realidad y hoy está en todas las plazas, con un capo cómico inspirado recorriendo la península con su tsunami tour, aclamado cada vez por más personas que hartas de desengaños y arrabbiatte con los políticos todos sólo sueña con dar un primer paso liberador: Tutti a casa; que se vayan todos.

El tsunami italiano se acerca a la península y Roma cruje por dentro.



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