Repartan la publicidad Oficial y hagan cierta la prensa libre, el libre pensamiento

--------------------------------------------------------------
Mientras tanto no mientan tanto

viernes, 19 de marzo de 2010

Buonamico sigue haciendo negocios privados desde Turismo


“La Falda es una mierda”, dijo el ciudadano ilustre de La Falda, Gerardo Sofovich
En otro de sus grandes éxitos de temporada, el Secretario de Turismo Daniel Buonamico anunció con bombos y platillos que el decadente espectáculo “El show de la noche del domingo”, con Gerardo Sofovich y elenco, se desarrollaría todos los jueves, sábados y domingo de enero y febrero en el Hotel Edén de los Amigos del Poder. En la cumbre del éxtasis, alzando la copa de champán, Sofovich felicitó a los faldenses la noche de apertura de temporada “por el Intendente que tienen aquí”, en referencia al Gran Pez Marcos Sestopal, casualmente esa noche en la ciudad que ¿gobierna?
Luego hubo una presentación del espectáculo para la prensa e invitados. Y más luego la primera función con entrada paga, a la que no asistió casi nadie. Apenas una semana más tarde, en Villa Carlos Paz, Sofovich dijo en rueda de amigos y en presencia de algunos faldendenses: “La Falda es una mierda”, y dio por terminada su aventura serrana en esta ciudad, cuyas autoridades no dudaron en prostituir su principal monumento histórico para poner en el ingreso del Edén Hotel una gigantografía con el rostro de actores decadentes y gatitas de la tv ¿Para eso fue concesionado por 30 años? ¿Este es el proyecto que haría al desarrollo turístico de la ciudad?
Lejos de toda preocupación por la suerte de los vecinos cuyos interesas comunes administra, no sólo pasó de ser monumento histórico a teatro de revistas con fantasmitas que se aparecen ridículamente por las habitaciones del Edén, sino que aún puede verse otra gigantografía del fantoche de Sofovich ocupando toda una inmensa cartelera frente a la Secretaría de Turismo local, en la ex Estación del Ferrocarril.
Con los dineros de todos, Buonamico y el Gran Pez les pagan toda la propaganda y los gastos a los empresarios que venían a invertir en la ciudad. Y lo hacen como si fuera lo único que puede ofrecer La Falda. El Edén fue concesionado por 30 años, pero nadie nos había advertido que las aventuras empresariales de estos Amigos del Poder debíamos pagarlas entre todos. Nadie imaginaba, o tal vez sí y por ello los reparos de entonces, que se bastardeara el monumento histórico de la forma en que se lo hace. Pero como podemos observar, a la pareja Buonamico – Sestopal no les tiembla el pulso a la hora de pagar los gastos y las “inversiones” de los amigos.

“Vendí el negocio por una cuestión de ética”
Así salió a decir Buonamico tras la venta de “La Casa de Nelly”, el lugar de vinos y tablas de calle San Lorenzo, justito donde armó otra vez el escenario con espectáculos de entrada libre, mal llamados gratuitos, sobre todo cuando van apareciendo los montos de los contratos artísticos y “los gastos anexos” que incluyen. O sea nada de gratuito para la ciudad.
La increíble frase de Buonamico era en respuesta inequívoca a una nota de este cronista, cuando en relación a los beneficios directos que recibía su negocio particular por los cincuenta espectáculos que le permitía poner una veintena de mesas dentro del corralito exclusivo frente al escenario, salió a informar la venta del fondo de comercio en cuestión, ante la flagrante colisión de intereses público y privado que lo tenían como doble protagonista. Por un lado Secretario de Turismo que decidía la ubicación del escenario, y por el otro dueño de un bar que lo beneficiaba directa e indubitablemente. Buonamico se beneficiaba así mismo con el uso de dineros públicos y el poder que le confiere su carácter de funcionario específico del área.
Vendí el negocio por una cuestión ética”, fue en respuesta a la primera frase de aquella crónica, donde se expresaba que “pedirle ética a Buonamico es como pedirle peras al olmo”.
Así, creyendo que todos somos lo bastante idiotas como para aceptar sus argumentos infantiles, salió a dar respuesta el Secretario de Turismo.
El bar que vendió ¿vale lo mismo con cuatro mesas que con veinte en la calle, dentro del corralito, frente a un escenario con cincuenta espectáculos de entrada libre, pagados por la Municipalidad?
A comienzos de diciembre pasado se impulsó un proyecto para repartir los espectáculos entre todos los lugares habilitados en la ciudad para tal fin. Y se proponía además la contratación de excelentes artistas de la región. Se daba así trabajo a quienes están aquí todo el año, artistas y comerciantes que apuestan por esta ciudad, no sólo en temporada.
Se respaldó la iniciativa con 400 firmas, se presentó en Audiencia Pública y se discutió en dos reuniones en el Concejo Deliberante. Todos coincidieron, incluso los concejales del oficialismo, ante la racionalidad de la propuesta. Pero finalmente dijeron que todo dependía de Buonamico. Cuando ya parecía que nada se lograría, se propuso aceptar al menos el punto de reubicar el escenario, para que la circulación vehicular y el ingreso al centro no se viera perjudicado. Pero ni eso se logró.
¿A cuánto vendió Buonamico la Casa de Nelly? ¿Ya había cobrado un monto relacionado a 20 mesas frente al escenario? ¿Vale lo mismo ese negocio con cuatro mesas que con veinte en la calle y los espectáculos municipales?
La ética en la función pública no es un atributo de Buonamico. Sus mentiras y negocios espurios están a la vista de cualquiera, menos de la Fiscalía de Cosquín a cargo de María Alejandra Hillman, que siempre tiene la asombrosa capacidad de mirar para otro lado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Todos pueden opinar, mucho mejor si no se trata de un anónimo.